Tesla Model S usado: cinco cosas que nos encantan... y cinco que detestamos

Llegado después del Roadster como el segundo coche de Tesla, se dice que el Model S es uno de los coches más significativos e influyentes de la industria.

El éxito que el Model S supuso -y sigue suponiendo- para Tesla es asombroso. En 2015 fue el coche eléctrico más vendido del mundo, fue nombrado uno de los 25 mejores inventos del año 2012 y ha sido descrito como «un coche que cambió el mundo».

Ganó todos estos elogios tras un rocoso proceso de desarrollo que vio al equipo de Tesla comprar dos Mercedes CLS, desmontarlos y reconfigurarlos para adaptarlos al estándar de su nueva berlina eléctrica. El diseñador Henrik Fisker fue despedido en el proceso y el proyecto quemó más de 200 millones de dólares a lo largo de su desarrollo.

¿Cuánto supone entonces que cuesta comprar uno de estos? Bueno, un Model S nuevo cuesta a partir de unos 90.000 euros en Europa continental, mientras que en el Reino Unido sólo se puede comprar uno con volante a la izquierda.

Sin embargo, si busca en el mercado de segunda mano, puede hacerse con un Model S antiguo desde unas 14.000 libras (17.000 euros). Suena tentador, entonces, pero ¿en qué está comprando exactamente? Averigüémoslo...

Nos ENCANTA un Tesla Model S de segunda mano porque...

Hay tantas configuraciones diferentes de propulsión disponibles. Los compradores de ocasión pueden elegir entre una de las cuatro opciones de batería, que comprenden un pack de 60 kWh y otro de 75 kWh, ambos disponibles en configuraciones de tracción total y tracción trasera. Mientras tanto, el pack de 85 kWh ha sido sustituido por uno de 90 kWh con una autonomía de 346 millas, un tiempo de 0 a 62 mph de 4,2 segundos y una potencia de 415 CV. El tope de gama es un pack de baterías de 100 kWh que amplía la autonomía de crucero a 393 millas.

Aquellos que busquen un poco más de prestaciones pueden optar por el P100D. Todavía puede recorrer 381 millas por carga, pero produce 603bhp y 713lb ft de par máximo de sus motores eléctricos gemelos, y tiene la capacidad de romper 0-62mph en 2,5 segundos.

ODIAMOS un Tesla Model S usado porque...

En los primeros Model S, la autonomía eléctrica está lejos de ser sobresaliente. En un recorrido típico por autopista, espere una autonomía de 220 a 250 millas. Si está preparado para circular a un ritmo de 50-60 mph en carretera, 300 millas serían alcanzables. Cuando nuestro título hermano Autocar probó un Model S 85D, pudieron obtener una autonomía en condiciones reales de 222 millas; la mayoría de los coches eléctricos de hoy en día superarán o igualarán esa cifra. 

Dicho esto, una carga completa costará entre 5 y 10 libras, o entre 6 y 12 euros, lo que hace que sea mucho más barato repostar que un coche equivalente de gasolina o diésel.

Nos ENCANTA un Tesla Model S usado porque...

Sencillamente, no sería posible combinar los niveles de refinamiento, potencia y tranquilizadora facilidad de uso del Tesla Model S en una berlina con motor de combustión. Tiene el par motor, la suavidad y la relajante entrega de prestaciones que habría ofrecido un V12 de Jaguar o Mercedes, pero lo hace sin ningún tipo de retraso o demora antes de acelerar.

Si está despegando a partir de los 65 km/h - donde el tren motriz entrega simultáneamente la potencia y el par máximos - la suavidad y la rapidez de respuesta son poco menos que increíbles.

ODIAMOS un Tesla Model S usado porque...

A pesar de esta ferozmente suave entrega de prestaciones, el coche no puede mantenerse a fondo durante mucho tiempo. Para ráfagas cortas de aceleración a toda potencia, la cadena cinemática eléctrica funciona brillantemente. Pero cuando el título hermano de Move Electric, Autocar, probó uno, no pudieron completar ni una vuelta rápida en su circuito de manejo en seco antes de que la batería, el inversor y el motor eléctrico entraran en modo seguro y redujeran la potencia máxima en al menos un 50 por ciento.

Nos ENCANTA un Tesla Model S usado porque...

A pesar de ser ya un coche bastante viejo, el chasis del Model S sigue sintiéndose tan cómodo, bien controlado e imperturbable como el de muchos de sus competidores más contemporáneos. La suspensión neumática permite los habituales pocos grados de movimiento suave y constante de la carrocería en una carretera de pruebas, pero nada demasiado desalentador.

Ni que decir tiene que también es un coche supremamente silencioso cuando está en movimiento.

ODIAMOS un Tesla Model S usado porque...

Si desea funciones clave como Bluetooth, Wi-Fi y una conexión de datos 3G permanente, debe asegurarse de que el coche que está mirando está equipado con el Tech Pack opcional. Éste alimenta de información al navegador por satélite e incluso se conectará a la Wi-Fi de su casa si necesita una actualización de software.

Nos ENCANTA un Tesla Model S usado porque...

Gracias a las ventajas de empaquetado que permite la cadena cinemática del Model S, obtendrá una enorme cantidad de espacio de almacenamiento en el interior. Encontrará una prueba de ello cuando abra por primera vez tanto el capó como el maletero y observe el volumen de carga que se reparte entre ambos: unos impresionantes 1.795 litros. Sólo un coche eléctrico puro puede ofrecer un volumen de carga como éste.

Por lo demás, en el interior hay mucho espacio para estirar las piernas y el salpicadero minimalista hace que todo parezca satisfactoriamente despejado.

ODIAMOS un Tesla Model S usado porque...

El sistema de navegación por satélite funciona principalmente a través del tablero de instrumentos situado delante del conductor y es bastante escaso en detalles. El sistema secundario, que funciona a través de la pantalla táctil de 17 pulgadas, depende de una conexión 4G decente y del acceso a Google Maps. Si se encuentra en una zona con poca cobertura móvil, la programación puede ser un poco lenta, pero funciona bien siempre que disponga de una buena red.

Nos ENCANTA un Tesla Model S usado porque...

No importa la antigüedad del Model S que compre, siempre tendrá acceso a la red de Supercargadores de Tesla. Incomparable por su facilidad de uso y fiabilidad, tarda sólo 15 minutos en recargar hasta 172 millas y la red cuenta ya con más de 6500 estaciones en todo el mundo.

Odiamos un Tesla Model S usado porque...

La calidad de los materiales podría ser mejor. Los enchapados y las molduras acentuadas del salpicadero parecen agradables desde lejos, pero no lo son mucho cuando se inspeccionan más de cerca. Sea cual sea la causa, en cierto modo abarata este habitáculo, por lo demás espacioso, de estilo atrevido, fresco y moderno.

Otros problemas de calidad se hicieron presentes a medida que más propietarios empezaron a convivir con sus coches. Por ejemplo, el sellador impermeable del pilar B empezaba a despegarse con el tiempo, sobre todo si se frotaba contra él al entrar y salir del coche.